El carnaval

Diario El Universal, Cartagena de Indias, Colombia, 13 de Febrero de 1994

Una metáfora Fotográfica

La estética visual, tan antigua como el hombre, fue la respuesta del sujeto humano a este verdadero caos escópico. Enmarcar la realidad y limitarla, fue siempre el deseo del hombre. El arte, sublimación pulsional, verdadero modo de conocer, de investigar, de transmitir, entregar, de dar-se-a-ver, fue casi el camino obligado : El arte rupestre, la pintura, la escultura, la arquitectural, el dibujo y en tiempos más recientes, la Fotografía y el Cine.

Imágenes indelebles que fueron haciendo historia…

Obras inmortales que marcaron momentos en la historia…

Imágenes perdurables plasmadas a fuego del rumbo de la humanidad.

Del Caos a la estética, una verdadera investigación cosmológica, el hombre frente a su mirada…
Qué hacer ?

El sujeto humano desvalido ante la inmensidad del mundo, desprotegido ante la desproporción de su deseo y ante la súbita aparición del lenguaje que lo separó definitivamente de la naturaleza, remite al otro su existencia.

La religión, la Fé, las múltiples expresiones rituales, todo el aparataje mítico, dan cuenta de este desvalimiento originario.

La aparición de lo social, vehículo constante de decantaciones, de identificaciones, proporcionó un terreno fértil para la universalización y generalización del mito, metáfora perfecta que reactualiza dinámicamente el conflicto: La imposibilidad del Ser.

La Festividad puesta en escena en este proceso, vehículo inconstatable de leyendas, rituales, símbolos míticos, van de la mano con la expresión originaria de la cultura.

El Carnaval, paradigma de la Festividad Popular, escenario de conflicto permanente e histórico entre la ortodoxia y lo infiel, entre el dogma y lo pagano.

La Iglesia Católica, como elemento unificador hace su entrada en la historia como expresión universalizadora y fáctica de la fe monoteísta; enfrentada históricamente a las diferentes festividades Carnestoléndicas, finalmente permite su realización bajo determinadas condiciones.

El origen de la Palabra

Carnaval, del Italiano “Carnevale” : Carne—levare, quitar la carne, es la expresión simbólica de la misma prohibición, cuyos resultados es la institucionalización del hecho inmediatamente posterior: La Cuaresma: Prohibición de la carne a partir del Miércoles de Ceniza, hasta el paradigma de la celebración católica: La Semana Santa, muerte y resurrección del hijo de Dios, Carne y Sangre representados en el pan y rl vino de la celebración cristiana.

El Carnaval : metáfora y puesta en escena de este histórico conflicto. Expresión sublime de un politeísmo festivo, reencarnación del Diablo, adoración de infinitos “Totems”, exaltación del paganismo, de lo bárbaro, síntoma estético del arte popular, simbólico colectivo de un conflicto jamás “resuelto”.

El retrato Fotográfico de la realidad Festiva. Rostros perennes, imágenes inquietantes, exaltación de la máscara como desintegración del “yo”.

El Rostro como Máscara

Una máscara que revela el deseo y la foto que revela la mirada del otro.
Verdadera metáfora imaginaria de la imposibilidad de decir aquello que se oculta y re-vela a la vez. Un progreso de lo caótico de la humanidad.

Pablo Marcelo Siquiroff y Eva Gerace